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¿Importa realmente la nacionalidad? El aprendizaje de una extranjera sobre la situación venezolana en Colombia

Jasmin Nouisser


Introducción


Hola a todos, mi nombre es Jasmin. Nací y crecí en Alemania, pero mis padres son de ascendencia árabe, alemana y húngara, por lo que soy una mezcla de tres nacionalidades y culturas. Al crecer, me di cuenta de que era diferente, y aunque nunca tuve un problema con eso, encontré personas en mi camino que me decían lo contrario. De hecho, me llegaron a decir frases como "no perteneces aquí, eres extranjera en este país". Por lo general, esto nunca me molestó mucho porque solo una pequeña minoría en Alemania piensa así. Sin embargo, estoy segura de que estos incidentes aumentaron mi curiosidad por conocer otras partes del mundo, por encontrar países donde me sintiera cómoda y aceptada por quien soy y por la historia de mi familia.


Después de vivir y estudiar en Estados Unidos y Chile, decidí hacer una pasantía en Colombia, ya que me sentí muy cómoda allí mientras viajaba por el país con amigos. Estoy estudiando ciencias políticas en Alemania, así que estoy muy interesada en los contextos políticos y ya tenía conocimientos sobre Colombia antes de venir aquí. Cuando llegué me sentí realmente bienvenida; la gente ha sido muy amable y servicial conmigo y me han hecho sentir especial por mi origen. Pero pronto me di cuenta de que en Colombia también hay un prejuicio sobre unas personas: los venezolanos. ¿Por qué los venezolanos, te preguntarás? Bueno, Venezuela sufre una crisis humanitaria y económica compleja que ha llevado a que más de 7.7 millones de ciudadanos decidieran salir de su país en busca de esperanza y la posibilidad de una vida mejor. La mayoría, cerca de 3 millones, han llegado a Colombia.


También podrías preguntarte ¿realmente fue necesario para ellos migrar a otros países, no podrían haberse quedado en Venezuela? Después de hacer mi práctica en la Fundación Konrad Adenauer (KAS) y aprender más acerca de este fenómeno, en mi opinión, es absolutamente necesario para ellos y no deberían enfrentar tanto prejuicio y odio porque son personas, como tú y como yo. Para entender de dónde viene mi opinión, quisiera invitarte a que echemos un vistazo más profundo a las circunstancias que existen actualmente en Venezuela y el prejuicio que están enfrentando los venezolanos, no solo en Colombia, sino también en otros países como Chile.


Al final, la pregunta que quisiera que te hicieras es una que yo también me he hecho a lo largo de mi estadía en este país ¿realmente importa la nacionalidad cuando se trata de cómo tratamos a otras personas? En este documento quiero compartir con ustedes todas las cosas que aprendí sobre la crisis venezolana durante mi pasantía en la KAS y, lo más importante, mis experiencias. Intentaré explicar lo que está sucediendo actualmente en Venezuela, lo que está haciendo el gobierno colombiano para proteger a los venezolanos que llegan a Colombia y las experiencias personales que tuve mientras hablaba con personas colombianas sobre los venezolanos. Aquí se encuentran mis propios pensamientos y lo que opino sobre la situación.



El caso de Venezuela


Venezuela solía ser un país muy rico. En los años setenta estaba al mismo nivel que países como Noruega debido a sus grandes reservas de petróleo. Esto iba muy bien, ya que el mundo siempre ha tenido una alta demanda de petróleo para la producción de varios bienes. Sin embargo, en 2008, con la crisis financiera que afectó a todo el mundo, Venezuela no se quedó atrás en cuanto a sentir y ver las consecuencias de la crisis: el petróleo casi no valía nada. Para un país que dependía del dinero de la venta de petróleo, esto fue obviamente devastador y Venezuela comenzó a entrar en una crisis económica.


En 2013, Nicolás Maduro tomó el lugar de Chávez como presidente de Venezuela, y decidió imprimir más dinero del necesario. Esto resultó lentamente en que el dinero se volviera inútil y llevó a una hiperinflación con precios absurdos para los productos básicos como el pan y la medicina. Los hospitales empezaron a carecer de suministros y equipos esenciales, las escuelas comenzaron a sufrir de una falta de fondos y hacinamiento y la infraestructura básica se empezó a deteriorar. Muchos ciudadanos, a pesar de tener un buen trabajo, una buena educación o ahorros ya no pudieron mantenerse o proveer a sus familias. Aunque todavía tuvieras tu trabajo, no podías permitirte lo que necesitabas para sobrevivir.


Además de todo esto, las instituciones democráticas y la consolidación del poder por parte del gobierno bajo el liderazgo del expresidente Hugo Chávez y luego Nicolás Maduro empeoraron la situación para los venezolanos. Muchos expertos acusan a ambos líderes de haber consolidado un sistema autoritario, donde se abusa de los derechos humanos y se persigue a opositores políticos. Esto ha llevado a un descontento generalizado y disturbios sociales. Hoy en día, no hay medios de comunicación libres en Venezuela, todo está controlado por el gobierno, por lo que el acceso a la información es muy limitado. La educación también está totalmente controlada, lo que significa que solo la ideología que los niños pueden aprender en la escuela es la del gobierno. Adicionalmente, no se permiten elecciones libres, el estado controla todo mientras que las personas no pueden cubrir sus necesidades básicas.


En conclusión, la crisis en Venezuela es el resultado de una combinación de factores políticos, sociales y económicos. En respuesta, 7.7 millones de venezolanos se han visto obligados a huir de su país en busca de mejores oportunidades, seguridad y estabilidad en el extranjero. Colombia, entre otros países vecinos, ha sido uno de los principales destinos para los migrantes venezolanos en busca de refugio.


Si un día ya no tienes comida, ni suministros básicos y el dinero que ganas se vuelve inútil ¿qué harías? ¿cómo te sentirías? Personalmente estaría devastada, ya que esta no es una circunstancia en la que podría vivir, y me imagino que sería peor para las personas con una familia. Además, no me puedo imaginar no vivir en un estado libre, donde puedes ser arrestado fácilmente por tener una opinión diferente al gobierno, donde no puedes elegir a tu líder, donde la corrupción está en la agenda diaria. Tuve la suerte de crecer en Alemania, una democracia. Una democracia en la que puedo compartir mi opinión, elegir a las personas que quiero en el poder y en la que conviven pacíficamente personas de todas las religiones y orígenes. Siempre he apreciado eso de Alemania y esas son características que para mí establecen los criterios de una verdadera democracia.



Lo que aprendí durante mis practicas


Dado que Colombia y Venezuela comparten una frontera de 2.219 km, la mayoría de los venezolanos decidieron ir a Colombia. De los 7.7 millones de venezolanos que han emigrado a diferentes destinos internacionales en los últimos años, Colombia ha recibido cerca del 37% de esta población.


El asilo es un derecho protegido constitucionalmente en Alemania. Las personas que huyen de la violencia, la guerra y el terror de otras partes del mundo pueden encontrar protección en Alemania. Este concepto no existe en Colombia, al menos no en esa forma. Sin embargo, el gobierno logró encontrar una solución para que los venezolanos pudieran quedarse en el país legalmente y tuvieran la oportunidad de trabajar, así como de buscar atención humanitaria centrada en el acceso a derechos fundamentales.


El gobierno de Colombia implementó, a partir del 1 de marzo de 2021, el Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos (ETPV). Como un mecanismo complementario a la protección internacional, el ETPV permite que los migrantes accedan a la identificación biométrica y ofrece regularización migratoria por 10 años, la más larga del mundo. La concepción de este modelo busca promover una migración segura, ordenada y regular y que permita una mejor calidad de vida e integración socioeconómica de la población migrante. Este mecanismo logró reducir la irregularidad con la creación del Permiso por Protección Temporal (PPT) como un mecanismo de regularización migratoria y documento de identificación que le permitió a los profesionales venezolanos en Colombia, entre otros, validar títulos en educación y abrir cuentas bancarias, mitigando las barreras existentes en el proceso de integración.


Sin embargo, la posibilidad de adquirir el PPT expiró en el año 2023. Sólo los niños, niñas y adolescentes que se encuentren matriculados a una institución educativa son elegibles para obtener esta protección hasta 20231, pero no sus padres. Debido a esto, la incertidumbre para los venezolanos ha vuelto y las personas que llegan a Colombia después de esta fecha tienen dificultades para acceder a las necesidades diarias como la salud y la educación de nuevo. En un momento en el que la situación en Venezuela parece mejorar, esto es terrible y debería ser reconsiderado por el gobierno porque persisten barreras para la integración de esos venezolanos que continúan saliendo.



Mis experiencias personales


Mis experiencias en Colombia han sido geniales, realmente. Desde el momento en que llegué esta vez, me sentí bienvenida; la gente comenzó a conversar conmigo y cuando llegamos al tema de dónde soy, solo recibí reacciones positivas. Siento que Alemania es percibido como un país muy interesante y chévere, con muchas oportunidades para todos. Aunque la mayoría de la gente aquí no conocía Túnez, lugar de proveniencia de mi familia paterna, ni su ubicación geográfica, también recibí reacciones positivas, supongo que porque la gente estaba interesada en aprender más sobre esa parte del mundo. Esto fue refrescante, ya que también he recibido comentarios negativos y xenofobia en Europa debido a mi procedencia árabe. Los estereotipos como “oh, todos ustedes son terroristas” o “las mujeres árabes están oprimidas” no son nuevos para mí y me entristecen mucho, ya que son estereotipos y simplemente no son verdad.


Debido a la discriminación que he experimentado, puedo imaginar lo que están pasando los venezolanos cuando los acusan de ser ladrones, violadores, asesinos u otras cosas terribles. He podido conocer a muchos venezolanos aquí durante mi estancia. La mayoría de ellos trabajaban en tiendas como fruterías o como repartidores en bicicleta. Debo decir que todos fueron muy amables y todos compartieron conmigo que están felices de estar en Colombia y que su experiencia aquí ha sido excelente.


Desafortunadamente, no solo tuve experiencias positivas con los colombianos en este aspecto. Me encontré con algunos colombianos que me dijeron que todos los venezolanos, incluso los niños, son asesinos, ladrones y criminales en general. Además, me dijeron que no quieren trabajar aquí y simplemente intentan aprovecharse de otras personas, que no están educados y que no debería buscar contacto con ellos. Para ser honesta, escuchar cosas tan horribles sobre otros seres humanos me asombró. Especialmente, porque ya había conocido a venezolanos y todos eran tan amables. Mirando los datos sobre este asunto, queda claro que esas afirmaciones simplemente no son ciertas.


Claro, hay asesinos y criminales venezolanos, pero ¿se pueden generalizar estos comportamientos a toda una población? No creo que sea justo y es muy cuestionable, ya que tales afirmaciones pueden hacer que otras personas tengan estereotipos o impresiones falsas acerca de ellos. Incluso después de decirles que sus afirmaciones no son verdaderas y son peligrosas, no me creyeron. Una vez, un taxista llegó a decirme: "Está en su sangre, son criminales y personas tontas". Esto fue tan impactante para mí que quería salir del taxi. Incluso después de mostrarle estudios sobre este tema, enseñarle datos y contarle mis experiencias, me dijo que no sabía nada y que no debería relacionarme más con personas venezolanas.


Para mí, como estudiante de ciencias políticas y como extranjera, esto fue realmente extraño. No estoy diciendo que toda la gente aquí tenga este tipo de mentalidad sobre los venezolanos, pero afirmaciones como estas son muy peligrosas, ya que aumentan el odio hacia un grupo en particular. Además, parece muy poco probable que los niños sean asesinos, etc., solo digo. Desafortunadamente, tuve la misma experiencia en Chile y sentí que era peor allí. Conocí a mucha más gente con este tipo de mentalidad, algunos incluso tuvieron la audacia de decir que las personas venezolanas no son seres humanos, ya que ningún ser humano actuaría de la manera en que ellos lo hacen. Después de preguntarles si habían sido víctimas de una persona venezolana, siempre obtuve la misma respuesta: "no, pero escuché una historia de un amigo sobre ellos, así es como lo sé".


Por supuesto, esas afirmaciones no representan a toda la población de Chile, pero demuestra lo difícil que es luchar contra la xenofobia en una sociedad. En las conversaciones transmitimos, sobre todo, nuestros sentimientos y opiniones personales, los hechos tienden a no ser tan importantes. Como mucha gente ya tiene xenofobia contra los venezolanos, esos sentimientos se transfieren a otras personas, que pueden verse influidas por ello, dependiendo de su punto de vista personal. Esa es una de las razones por las que es tan importante hablar con personas de distintos orígenes, verificar la información y no creer todo lo que dicen los demás.


Si me preguntas, esas afirmaciones parecen peores a las que ya había encontrado como persona árabe, pero me hicieron pensar. Nunca, en ningún momento de mi vida, creí esas acusaciones, pero recuerdo pensar una o dos veces si sería peligroso relacionarme con venezolanos. ¡Qué pensamiento tan horrible! Durante mi pasantía aquí en la KAS, mi perspectiva sobre la situación venezolana cambió. Aprendí mucho sobre las razones por las que tuvieron que abandonar su país, lo que el gobierno aquí está tratando de hacer para integrarlos mejor en la sociedad colombiana y, lo más importante, tuve la oportunidad de hablar con expertos que me dieron información sobre la situación actual para ellos aquí y toda la xenofobia con la que tienen que lidiar a diario. Ahora entiendo completamente por qué esas personas decidieron abandonar su país, yo habría hecho exactamente lo mismo si estuviera en sus zapatos.


Me di cuenta de que es crucial luchar contra la xenofobia y ayudarlos a integrarse mejor, no solo aquí en Colombia, sino en cualquier otro país donde hayan buscado refugio. Ahora estoy mucho mejor informada sobre este tema, por eso quiero que otras personas comprendan la situación actual y desmitifiquen los clichés.



Conclusión


Espero que estas últimas páginas te hayan ayudado a tener una mejor idea de lo que está sucediendo en Venezuela y por qué tanta gente ha dejado su hogar allí para venir a Colombia u otros países. Fue realmente importante para mí escribir todo esto para que las personas puedan tomar conciencia de las circunstancias actuales de los venezolanos.


No solo incluí mis experiencias personales, sino también datos recopilados y certificados. Personalmente, estoy muy feliz de que el gobierno colombiano haya decidido aprobar proyectos para ayudar a estas personas, pero la xenofobia persistente contra los venezolanos. La próxima vez que alguien hable terriblemente sobre los venezolanos, espero que tengas en cuenta de dónde vienen, lo difícil que fue para ellos llegar hasta donde están ahora y todos los prejuicios con los que tienen que lidiar a diario y que intenta explicar todo esto a otras personas.


También soy extranjera viviendo en Colombia, pero tuve la suerte de ser tratada muy bien, debido a mi ciudadanía alemana y tunecina. No creo que esto sea justo, ya que, al final del día, no podemos decidir dónde nacemos o dónde crecemos, la nacionalidad no debería importar tanto cuando se trata de cómo tratamos a otras personas. Soy consciente de que hay algunos venezolanos que han cometido crímenes o no se han portado de la mejor manera, pero eso no es porque sean venezolanos, el mismo tipo de personas también existe en Alemania, Túnez y Colombia. Solo porque hay algunas personas terribles, no significa que cada persona que tenga la misma ciudadanía también se comporte o piense de la misma manera. Suponer que lo hacen es falso e injusto con ellos.


Al final del día, todos tenemos la misma sangre, compartimos las mismas esperanzas y sueños y todos cometemos errores. Esto es lo que nos hace humanos, así que, por favor, no prestes tanta atención a la nacionalidad que tiene la otra persona y trata a los demás seres humanos con respeto y dignidad e intenta ser más abierto de mente, esto es lo que todos merecemos. Como solía decir Konrad Adenauer: "Todos vivimos bajo el mismo cielo, pero no todos tenemos el mismo horizonte". Esto significa que todos somos seres humanos, con los mismos objetivos y aspectos comunes de la vida, pero diferentes perspectivas y circunstancias de vida entre individuos.


Espero que a través de estas páginas hayan podido ampliar tu horizonte y aumentar tu comprensión acerca de los venezolanos en Colombia. Entonces, respondiendo a mi propia pregunta ¿Realmente importa la nacionalidad? No creo que deba ser así. ¡No debería importar para nadie, nunca! Realmente espero que algún día todos los venezolanos puedan experimentar mi experiencia en Colombia como extranjera: una muy amable y encantadora.


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