Yuliana Úsuga Ruiz
Las crisis institucionales que se evidencian actualmente en algunos países de América Latina no es algo sorprendente, de hecho, es una situación que venía formándose cada vez más. El descontento social es uno de los puntos clave al momento de entender lo que está sucediendo, por ejemplo, en Colombia. Y, aquella situación se ha derivado de múltiples factores, aunque el que deseo resaltar es el que considero el factor principal: la corrupción. Esto ha generado que los regímenes democráticos sean cada vez más débiles. Por ello, la corrupción es una gran amenaza para la democracia; sin embargo, recientemente ha salido a flote una nueva tecnología que puede llegar a ser un aliado de este régimen: el blockchain.
Según el Banco de Desarrollo de América Latina (2020), el blockchain es, básicamente, un mecanismo digital descentralizado que alberga diversos bloques, los cuales contienen información que todos los miembros de la red con acceso a esta pueden ver. Toda la información que registra blockchain es validada por el mismo sistema y no se puede alterar, ni eliminar, esto es lo que lo hace tan atractivo e interesante. El blockchain opera de forma automatizada, pues procesa la información bajo la lógica de un contrato inteligente. Este contrato funciona como una “máquina dispensadora”, puesto que se le programa para realizar un procedimiento específico, pero tiene parámetros o requisitos para validar la acción o los datos que ingresan al sistema, por ello el blockchain se encarga de almacenar las reglas que se le brindan, luego las procesa y, finalmente, ejecuta las reglas de forma automática (CAF, 2020, p. 6).
Debido a ese gran atributo, la información que se ingrese al sistema es rápidamente validada, esto es una ventaja, especialmente en lo referente a las contrataciones públicas, ya que al abrirse un registro en blockchain con el objetivo de contratar a entidades para llevar a cabo proyectos públicos, varias compañías pueden postularse a través de esta tecnología y, así realizar un proceso de licitación más transparente. Lo que blockchain ofrece no es sólo hacer un proceso justo, sino que también permite disminuir la gran cantidad de pasos que se deben de realizar para validar si una empresa es competente, es decir, esta tecnología permite evidenciar, de forma rápida y segura, toda la información de la compañía que ingrese sus datos al sistema, pueden ser su razón social, el origen de sus recursos, entre otros. Eso significa que no será necesario validar con otras entidades la situación de una empresa determinada.
El proceso que realiza Blockchain. Fuente: Atencio (2020). Obtenido de:https://scioteca.caf.com/bitstream/handle/123456789/1651/Blockchain_e_integridad_aplicaciones_de_politica_publica.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Asimismo, el blockchain ofrece, además de validar información de identidades, visualizar todas las transacciones que se realicen por este medio. Este almacena y presenta el movimiento de la transacción, desde el momento en el que el dinero ingresa al sistema y en donde termina. Por ello, se puede decir que es un sistema efectivo que fomenta la transparencia y, sobre todo, la participación social, puesto que, cuando un registro de blockchain se hace público todas las personas pueden conocer de los ingresos y egresos realizados desde el momento de la creación de registro, lo cual les permite pronunciarse acerca de los gastos públicos efectuados (Aliyev y Safarov, 2019). Con la validación de identidades y de transacciones, existen pocas posibilidades de que se realicen actos de corrupción dentro del sistema.
Sin embargo, no todo es color de rosas, ya que existen dos problemas fundamentales en lo referente a la aplicación del blockchain. La primera es que no se puede asegurar que todos los procesos sean transparentes o que no exista un grado de corrupción porque, como mencione anteriormente, si bien dentro del sistema es casi imposible hacerlo, fuera de este no existe una garantía de seguridad, en otras palabras, se puede seguir teniendo un porcentaje de corrupción, pues el blockchain no cubre todos los escenarios sociales. Y, el segundo problema, es la seguridad referente a esta nueva tecnología, ya que, aunque tiene más de 5 años de desarrollo, sigue siendo poco tiempo. Por lo tanto, no hay certeza de que funcione sin ningún error, de hecho, esta red es vulnerable a posibles ataques de spamming. Y, de igual forma, se necesita de gran cantidad de energía para mantener el sistema, lo cual también puede ser un inconveniente. Así que, entre los límites de esta tecnología se encuentran el poco tiempo de ejecución de este mecanismo, un pequeño porcentaje de inseguridad, “acuerdos entre empresas por fuera de la plataforma, entre otros; así como las deficiencias regulatorias identificadas para el uso de blockchain públicas particularmente para el caso colombiano” (CAF, 2020, p. 7).
“En Colombia, la Procuraduría General de la Nación (PGN) en asociación con el Foro Económico Mundial y el BID, y con el apoyo técnico de la Universidad Nacional de Colombia, desarrollaron una prueba de concepto para la aplicación de la tecnología blockchain en la contratación del programa de alimentación escolar2 en la ciudad de Medellín. El blockchain mostró aplicabilidad en varios aspectos de la contratación pública” (CAF, 2020, p. 7).
Para concluir, deseo resaltar que el blockchain, a pesar de ser una tecnología nueva, puede, eventualmente, convertirse en un gran aliado de la democracia, pues permite no sólo incrementar la participación social y política, sino también asegurar la transparencia de procesos políticos. Igualmente, debo aclarar que la transición hacía esta tecnología debe de ser paulatina, es decir, se debe de comenzar por procesos básicos y pequeños para así probar el sistema y entender su funcionamiento. Sin duda, el blockchain puede ser una gran oportunidad de fomentar procesos transparentes y de evitar el despilfarro de recursos. En definitiva, puede ser una gran oportunidad para recuperar y sanar nuestro sistema político y nuestro régimen democrático.
REFERENCIAS
Aliyev, Z. Safarov, I. (2019). Logos, mythos and ethos of blockchain: an integrated framework for anti-corruption. Utrecht, Países Bajos.
CAF- Banco de Desarrollo de América Latina. (2020). Blockchain e integridad: aplicaciones de política pública. Corporación Andina de Fomento.
Plataforma de Información para Políticas Públicas. (2019). "Lo que permite esto es incrementar los niveles de seguridad y transparencia, y elimina la necesidad de confiar en terceras partes, que en este momento son las encargadas de definir si una transacción monetaria, por ejemplo, pasó o no pasó". Obtenido de: http://www.politicaspublicas.uncu.edu.ar/entrevistas/index/blockchain-y-politicas-publicas
World Economic Forum. (2020). Exploring Blockchain Technology for Government Transparency: Blockchain-Based Public Procurement to Reduce Corruption.
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