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COLOMBIA: LA GRIETA QUE AÚN DUELE

Colombia ha pasado por varios momentos donde la violencia ha sido la protagonista, donde ha cobrado un buen número de muertes a personas inocentes, territorios abatidos y posteriormente desolados. Las masacres y desplazamientos en las múltiples regiones del país aún sangran, parece que hablar de un Proceso de Paz es mucho más complejo de lo que se piensa.


"Colombia ha pasado por varios momentos donde la violencia ha sido la protagonista, donde ha cobrado un buen número de muertes a personas inocentes, territorios abatidos y posteriormente desolados"

Inicialmente, es importante abordar el concepto de violencia política, que se refiere a la lucha entre actores ya sea de un contexto particular, en el que tratan de sobreponer sus intereses al de los demás, a partir de motivaciones de carácter político, con el propósito de mantener, renovar, ejercer y tomar el poder mismo. Así pues, en Colombia la violencia siempre ha estado regida por personajes que poseen cierto interés, en varios contextos, ya sea por la tierra, por los recursos y/o por poder.


Fuente: Daniel Reina Romero


Históricamente, para hablar de violencia como tal en el país, se pueden empezar con la época de la Violencia, que se conoce como el periodo de enfrentamiento entre las élites conservadoras y liberales que se da entre 1948 y 1966. Posteriormente, el país se vio embarcado en el conflicto armado a partir de la década de los años sesenta, con la aparición de diversos actores, como los grupos insurgentes, por consiguiente, en los años setenta aparece el narcotráfico con los cultivos de marihuana y en los años ochenta, el apogeo de la cocaína. Con todo esto, sin duda, el conflicto interno fue el que ha dejado mayores atrocidades, a lo largo del territorio colombiano, es así como lo recalca el informe del año 2013 por parte de CNMH, titulado “¡Basta ya!: Colombia: memorias de guerra y dignidad” el cual menciona que, los grupos paramilitares son responsables del 40 % de las muertes civiles, los grupos insurgentes del 25 % y los agentes del Estado del 8 %.


Es por esto, que el conflicto armado enlazado con el narcotráfico ha sido un episodio devastador, desgarrador, injusto y siniestro, que aún no termina, así se haya firmado un Acuerdo de Paz y se tenga un nuevo mecanismo, para administrar la justicia transicional como lo es la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Pues aún en varias regiones de Colombia, siguen vigentes grupos al margen de la ley, el crimen organizado y las respectivas disidencias de las FARC, el cual fue el grupo guerrillero que firmó el acuerdo de paz con el Gobierno Nacional y ahora es un partido político.


Es entonces donde quedaría indagar propiamente, que es lo qué queda para Colombia, que aún siguen estando impunes crímenes de guerra, miles de desaparecidos, cuerpos sin identidad, familias desplazadas de sus tierras, matanza sistemática a líderes sociales, y sin duda, la violencia perpetuada por grupos insurgentes que aún siguen arraigada a distintas regiones del país.


Susana Oviedo- Medellín

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