Seguramente, no hay nada más conmovedor que ver triunfar a nuestros deportistas en el exterior. Ese momento en que suena el himno nacional con motivo de su victoria nos llenan los ojos de lagrimas y nos estremece el corazón. Y si, es que ver a Mariana Pajón, Caterine Ibargüen y Egan Bernal envueltos en la tricolor nos hace pensar en lo valientes, talentosos y heroicos que son.
Colombianos, que a pesar de las dificultades nos han demostrado que la cultura y el deporte son el motor de cambio para una sociedad miope a los avances y que se empeña por seguir en lo mismo.
Fuente: El Espectador
Y es que el deporte, además de ser una actividad física, es una manera de revolucionar la vida de millones de personas en el país, pero específicamente sus efectos se despliegan en los niños y jóvenes que encuentran en este una forma de crecimiento, esparcimiento, y aprendizaje como resultado de las múltiples carencias presentadas en sus territorios. De hecho, ante un panorama de vulnerabilidad este se les muestra como una alternativa de vida.
Además de todos los beneficios personales que puede generar el deporte, es menester mencionarlo como un elemento importante en la creación de cultura y educación. Principalmente porque a partir de este se desarrollan habilidades, se inculcan valores y principios que nos ayudan a ser más empáticos y, en consecuencia, a mejorar las relaciones interpersonales dentro de la sociedad.
Continuando con lo anterior, otra de las grandes enseñanzas que nos deja esta actividad, es que allí nos damos cuenta de que somos un solo país y, que no nos definen ideologías políticas ni sectarismos. Allí nos damos cuenta de que nos podemos unir para nobles causas y que, si todos nos empeñamos en jugar un partido como los de la selección, el desarrollo y crecimiento del país sería distinto.
"Otra de las grandes enseñanzas que nos deja esta actividad, es que allí nos damos cuenta de que somos un solo país y, que no nos definen ideologías políticas ni sectarismos. Allí nos damos cuenta de que nos podemos unir para nobles causas y que, si todos nos empeñamos en jugar un partido como los de la selección, el desarrollo y crecimiento del país sería distinto".
Lo anterior, nos lleva a preguntarnos, que tan influyente ha sido el gobierno en el auge de deportistas que han surgido en los últimos años y, si realmente se esta asumiendo un rol preponderante por parte de este para incentivar estas actividades.
En primer lugar, hay que reconocer que a pesar de las iniciativas e instituciones que se han creado como lo es Coldeportes, aún falta mucho más trabajo para lograr cambios trascendentales en este importante sector y lograr su expansión por todo el territorio nacional. Asimismo, es necesario mejorar su gerencia para que de esta forma sea posible construir espacios más propicios para el desarrollo de estas actividades. De igual forma, hay que invertir en su preparación y contar con personas calificadas para la formación de los futuros deportistas.
Finalmente, es indispensable entender la profunda importancia que juega el deporte como transformador social en los niños y jóvenes de nuestro país. Y, como decía Nelson Mandela “El deporte tiene el poder para cambiar a el mundo”, por esta razón resulta urgente apodrarnos de este tipo de causas y buscar potenciar los talentos de nuestra gente, porque si esta importante revolución no nos salva, entonces ¿Qué lo hará?
Ana María Quiroga Valero-Bogotá.
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